Si has comprado, o vives, en un piso antiguo y estas pensando en dejar atrás el pasado con una instalación que te de tanto confort como la calefacción esto es lo que debes saber.
1- Emisión de calor: Radiadores. A no ser que quieras elevar el suelo, además de lo caro que resulta, el suelo radiante no es la mejor opción. Lo más barato que puedes instalar son los radiadores eléctricos. Aunque eso sí, su consumo hará que los uses de pascuas en flores (o sea, los montaras de adorno). Lo más habitual es utilizar gas natural o propano y montar radiadores de aluminio inyectado: nuevos, modernos, limpios y fáciles. Piensa en montar uno en cada cuarto, dos en los locales muy grandes, y puede que ninguno en el vestíbulo, pasillo o en aseos pequeños.
2- Distribución de calor: Tuberías de cobre. Lo normal es instalar dos tuberías paralelas (de diámetro similar a un dedo) que recorrerán toda la casa, normalmente justo encima del rodapié y por debajo de los radiadores, y que van enganchando todos los que se instalen. Es por ello que, a veces, si el recorrido es muy desfavorable se opta por no instalar emisor en algún local en concreto.
3- Generación de calor: Caldera de gas. Va colgada de una pared y la chimenea, aunque produce humo muy blanco que parece muy nocivo (que no lo es), es el único elemento que sale al exterior.
Con todo esto, que dependiendo del tamaño de tu piso puede costarte 4.000 euros o más, vas a tener una instalación cuyo confort es total. Un piso de 70 u 80 metros cuadrados, con aislamiento medio, puede consumir al año unos 500 euros en combustible. Siendo todos estos precios una aproximación, ya que cada uno usa las cosas como quiere.